APTom Thibodeau estuvo más de 20 años como asistente entrenador
La diferencia tan marcada que puede haber entre un ex jugador y uno que nunca vistió un uniforme de NBA, a la hora de que los gerentes de equipos tengan que pensar en un entrenador para sus franquicias, no puede ser más gráfica que cuando analizamos el historial del último entrenador principal de los Chicago Bulls y el que hoy día ocupa el cargo.
Vinny del Negro, quien dirigió al equipo durante dos años, fue jugador de la NBA por 10 temporadas (además de jugar en Italia por poco más de dos campañas) y fue elegido para guiar a los Bulls en junio del 2008, a pesar de no haber dirigido ni asistido a ningún entrenador, en ninguna liga del mundo, previo a dicho nombramiento. Su registro de temporada regular luego de dos campañas fue de 82 victorias y 82 derrotas, con dos clasificaciones a la postemporada y dos eliminaciones en la primera ronda de los "playoffs". A pesar de esas actuaciones mediocres, del Negro, quien fue despedido por los Bulls en mayo del 2010, no estuvo mucho tiempo desempleado; pues fue contratado por Los Angeles Clippers, al mes siguiente. Tom Thibodeau, quien nunca jugó baloncesto a nivel profesional, fue asistente y entrenador principal de su alma mater, Salem State College, por cuatro temporadas. Luego pasó a ser asistente en la Universidad de Harvard, por cuatro años mas, antes de recibir su primera oportunidad como ayudante de un equipo NBA, por Bill Musselman, técnico de los Minnesota Timberwolves, en el 1989. Desde ahí en adelante ha sido un periplo de 21 temporadas consecutivas asistiendo a varios equipos y entrenadores exitosos de NBA. Los equipos con los que ha trabajado son, además de Minnesota, Seattle, San Antonio, Philadelphia, New York, Houston y Boston. Los técnicos de los que ha recibido órdenes incluyen a K.C. Jones, Jerry Tarkanian, John Lucas, Jeff Van Gundy, y "Doc" Rivers. Los jugadores a los que ha dirigido incluyen, entre otros, a Vinny del Negro. Durante el transcurso de esas 21 temporadas, en las que Tom tiene un campeonato y un subcampeonato ganados con los Boston Celtics, ha recibido mucho crédito por los logros de los equipos a los que ha ayudado a dirigir, pues es reconocido como un experto en el lado defensivo de la cancha, un gran evaluador y "scout" de los equipos rivales y un trabajador incansable, que siempre está muy bien preparado. Lo que muy poca gente sabe es que Thibodeau no es un especialista defensivo solamente. Tiene una filosofía clara de tratar de correr la cancha de una forma abierta y con espacios, con un rompimiento secundario en caso de que no se haya llegado al costado de ataque con una ventaja clara y una ofensiva de media cancha que combina libertad del jugador con unos patrones pre determinados. En ambos casos, Tom piensa que es importante que sus equipos ataquen utilizando como base el espacio, la sincronización de movimientos, concentración, desprendimiento, aceptación de tareas específicas y buena selección de tiro. En la fase mental, Thibodeau, quien fue director técnico asociado de Rivers durante los últimos dos años en Boston, trata de motivar a sus dirigidos para que lean el juego, sean recios para defender al límite de la falta y tomen decisiones inteligentes. Durante los pasados 10 años, su nombre estaba al tope de los listados de candidatos cada vez que un equipo tenía que contratar un nuevo entrenador; pero por motivos que nadie entiende, siempre se quedaba a las puertas de ser contratado. Unos piensan que las razones tenían que ver con el hecho de que nunca hubiese jugado en la liga y esto diera pie para que fuera subestimado. Otros piensan que, al ponérsele la etiqueta de "especialista defensivo", Thibodeau fuera encajonado como un técnico que solamente podía contribuir en ese costado de la cancha. Rivers y Van Gundy aseguraban que esto no era así; que Tom siempre se había caracterizado por tener una mente brillante y por su versatilidad para poder contribuir en todos los trabajos y funciones técnicas que se necesitaran. Finalmente encontraron a alguien que les creyera en el gerente general de Chicago, Gar Forman, quien le ha entregado las riendas de su equipo (uno muy talentoso, por cierto) después de casi 30 años de estar ligado a la dirección técnica del básquet. Desde ese punto de vista, por fin se le hace justicia a una persona que se encuentra más que capacitada para ser entrenador principal de la NBA. Aunque ese nombramiento debió haber llegado mucho antes.
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