The Baltimore Sun
Todo el mundo en el béisbol parece conocer una historia del dominicano Vladimir Guerrero.
Está la vez que conectó un hit a un lanzamiento que pico frente al plato, la vez que hizo un tiro de 370 pies en el Yankee Stadium o el palo de 530 pies en el Derby de Jonrones del Juego de Estrellas del 2007.
“Es sorprendente verlo un año entero”, dijo el relevista de los Orioles, Kevin Gregg.
Pero pregúntele a alguien una historia personal sobre Guerrero una vez que tenga que ver con él y no el béisbol, y es algo más difícil de responder. Aun sus compañeros lo ven como un enigma.
“A él no le gusta hablar mucho”, dijo el torpedero César Izturis.
Aunque tiene 15 años en las mayores, poco se sabe de él.
“Siempre he sido así desde que llegué a Estados Unidos. Soy un tipo tranquilo”, dijo
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