En el 2010 se han visto dos versiones de Ubaldo Jiménez.
Una versión que en la primera mitad de la temporada tuvo récord de 15-1 y efectividad de 2.20, y otra versión, que en la segunda parte lleva marca de 2-3 y efectividad de 4.04.
Las razones de la ligera caída se atribuyen a una alta cantidad de pitcheos por salidas y a que probablemente esté cansando.
Sin embargo, el joven lanzar tira por el suelo esas tesis.
"No estoy cansado. Si lo estuviera, no tendría problemas en admitirlo", dijo Ubaldo durante una entrevista para el espacio Impacto Deportivo en Televisión de Telesistema, Canal 11 y Super Canal Caribe.
"Contrario a lo que se pueda pensar, no me gustan los días de descanso. Prefiero tirar en mi tiempo o con menos días libres. He comprobado que cuando me dan días extras, pierdo la localización", puntualizó.
Luego de su salida del sábado, la que perdió, ahora Ubaldo tiene récord de 17-4 y efectividad de 2.66, números que todavía lo tienen en competencia para el premio Cy Young.
En sentido general, su campaña ha sido exitosa.
¿Cuáles han sido las claves?.
Ubaldo cita que está entregado a su carrera.
Corre seis millas luego de cada una de sus salidas, y posterior a eso, tiene una agenda de ejercicios que van principalmente a fortalecer sus piernas.
"Doy las gracias a Dios porque he madurado. Hoy me considero un mejor lanzador", expuso.
Reveló que es de los lanzadores que estudia a los bateadores, ve los videos y de ahí saca conclusiones de cómo lanzar y sobre cuáles son las debilidades de los bateadores.
Igualmente, resalta la parte mental.
"Debes ser positivo. Confiar en tu repertorio y no temer a ningún bateador", dice.
En lo que va de campaña, Ubaldo ha permitido 8 jonrones, y esos palos se han producido en días en que su control lo ha abandonado, algo que es de humanos.
Ubaldo ha tirado 169 entradas, ha dado 66 bases y ha ponchado 156 bateadores.
En su quinto año en Colorado, el lanzador derecho piensa que se acopló a la ciudad, a sus compañeros y lo difícil que es tirar en su play.
De otro lado, Ubaldo no cerró las puertas al béisbol invernal, se declaró fanático del Licey y piensa volver a lanzar, siempre y cuando no se produzca alguna prohibición.
En conclusión, Ubaldo se siente fuerte, no está cansando, se considera un lanzador más maduro, estudia los bateadores, no le gustan los días extra de descanso y está feliz en Colorado
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