Por Jason Beck / MLB.com
LAKELAND, Florida - José Valverde también "entrena" con sus rituales.
Ya se paró en la parte trasera del montículo y escupió su goma de mascar. El cerrador dominicano de los Tigres le dio una mirada fuerte al venezolano Carlos Rivera, después de que una línea conectada por éste le pasara cerca de la cabeza. Y realizó una celebración discreta al ponchar al también venezolano Freddy Galvis. Y ya hizo su salto por encima de la raya de la primera base, rumbo a la cueva.
Era la quinta entrada del juego entre Detroit y Filadelfia, y los Tigres perdían por una carrera. Pero de cualquier manera, el derecho quiere simular la adrenalina de una situación de salvamento.
"Valverde es capaz de inventarse cualquier cosa", dijo el manager de los felinos, Jim Leyland. "No le hago mucho caso. Sólo busco resultados."
De su parte, Valverde tiene su propia explicación.
"A veces en los entrenamientos el cuerpo está medio perezoso, ¿sabes? Tienes que preparar tu cuerpo para lo que haces. Los últimas dos veces ha habido un subibaja en mi energía. Ya he recobrado un poco de mi actitud.
"Cuando tengo mi actitud, creo que soy mejor pitcher."
"Es un muchacho bien entretenido", agregó Leyland. "Me cae muy bien."
La personalidad de Valverde se ha combinado con la del zurdo Phil Coke, quien será convertido en abridor este año por los felinos.
Valverde y Coke tienen casilleros uno al lado del otro, y el segundo hace buenas imitaciones de la celebración del primero después de un salvamento. Ahora Valverde bromea que Coke ya no es bienvenido en el bullpen de Detroit.
"Ya no", dijo el quisqueyano. "No en mi departamento. Es abridor ahora. No quiero abridores en el bullpen.
Coke respondió con una pregunta.
"¿Y si tengo que calentar durante un juego de extrainnings. Puedo entrar?"
"No", contestó Valverde. "Que traigan a otro."
A Leyland le complace ese tipo de chispa. "Veo bien eso de tener personalidades, y ésos muchachos sí tienen", dijo el capataz. "Son algo diferentes (a los demás) y me gusta eso. Sin dudas, no son aburridos."
Pero dentro de todo eso sí hay una forma de trabajar en los entrenamientos. Para Valverde, se trata de qué funciona y qué no. Empieza a ver su mecánica en videos, la observa y la analiza.
"Veo videos todo el tiempo", dijo Valverde. "No importa si me va bien o mal. Miro a ver qué estoy haciendo bien y qué estoy haciendo mal. Veo para observarme a mí y también a los bateadores. Lo he hecho toda mi vida."
Aprendió eso de uno de los mejores lanzadores en la historia del béisbol.
"Vi a Randy Johnson, el grande de los Diamondbacks, hacer eso", expresó el dominicano. "Me dije, 'yo tengo que hacerlo también.'"
En vez de experimentar con sus pitcheos secundarios, Valverde se ha enfocado en su sínker (lanzamiento que se hunde) en esta primavera. Tiró muchos en el último juego contra los Filis y salió de su inning. Ahora pretende conseguir outs vía rodados, además de ponches.
"Uno ve a Mariano (Rivera, el cerrador panameño de los Yankees. "Mariano tiene un solo pitcheo, una recta cortada. Cuando tienes demasiados lanzamientos, como un cambio, slider y todo eso, para un cerrador son demasiados."
Ahora mismo Valverde quiere simplificar las cosas.
"Tiro mi sínker todo el tiempo si está funcionando", dijo. "Como (en el juego vs. Filadelfia), creo que tiré cuatro rectas de cuatro costuras. Las demás fueron de dos. Ahora está fenomenal mi sínker. Eso es lo que tengo que tirar si está funcionando.
"Muchos rollings, eso es lo que quiero", continuó. "No quiero elevados. Si le doy una base a uno, el otro da rodado para doble-play. Es más fácil."
Mientras saque sus outs, le da lo mismo al manager.
"No quiero que empiece a engañar mucho", dijo Leyland acerca del sínker. "Si él cree que es otra arma, muy bien. El otro día tiró uno que fue buenísimo. Fue un gran pitcheo."
Mucho se ha hablado de cómo los Tigres han mejorado su relevo, pero el hombre en medio de todo sigue siendo el mismo. Sin embargo, la profundidad del bullpen podría hacer de Valverde un mejor taponero. Cuando lo utilizan para tres outs nada más, mayormente se ve bien. Pero hay cierto riesgo cuando Detroit trata de que saque cuatro o cinco.
Leyland no ha dicho que vaya a limitar a nadie a una sola entrada, pero sí dijo que le impondrá un límite de pitcheos a Valverde. No habrá otra salida de 60 lanzamientos, como ocurrió en Boston en julio pasado.
Pero sí habrá muchos rituales y mucho show. Valverde está practicando todo eso ahora.
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