Sumergirse en aguas profundas es uno de los mayores temores del ser humano. Sin embargo, desde los seis años Marcos Díaz le ha hecho caso omiso a eso.
Y en estos momentos, Díaz se he enfrascado en un gran proyecto “Nado de los Continentes” que traspasa los linderos deportivos y es el logro de los objetivos de desarrollo del milenio, realizando cuatro travesías alrededor del mundo.
Estas comenzaron en mayo pasado, cuando conectó Oceanía con Asia; recientemente Asia con África.
La tercera travesía se efectuará en Julio y consistirá en unir África con Europa, y la última en agosto donde enlazará a Europa y América. Posteriormente en la sede de las Naciones Unidas se conmemorará los 10 años de la firma de estos objetivos.
El campeón dominicano de ultradistancia en aguas abiertas, Marcos Díaz, manifestó que ha disfrutado las primeras dos travesías, aunque enfrentó pequeñas dificultades para llegar a su destino, especialmente en la primera, pero que al final fueron borradas con la acogida que le brindó el públicó que lo recibió.
“Esas fueron las sorpresas más agradables, el apoyo de la gente y de los medios de comunicación de Papúa e Indonesia que se hicieron eco del proyecto y sus razones”, agregó durante una rueda de prensa celebrada en el hotel Embajador.
Estas aventuras tienen algo especial y es que el protagonista no sólo es Marcos Díaz, sino la bandera tricolor que ondeará en todo el mundo, lo cual constituye una mayor responsabilidad para el atleta dominicano.
“Eso me da una motivación extra para hacer las cosas de la mejor manera posible”, subrayó Díaz, quien en el 2004 se convirtió en el primer dominicano en cruzar el Canal de la Mancha, con tiempo de nueve horas, 56 minutos y 33 segundos.
Para el embajador honorífico de Buena Voluntad, Marcos Díaz, este es el mayor reto en su carrera profesional, que ha puesto en alto el nombre de la República Dominicana en los eventos nacionales e internacionales que ha participado.
Díaz expresó que sus grandes satisfacciones es cuando llegan a lugares a trabajar conjuntamente con las Naciones Unidas en las escuelas, universidades, foros juveniles, donde agotan una apretada agenda de labor social.
“Me alegraba cuando visitamos uno de esos sitios, y alguien se me acercaba y me dice gracias por nadar por nosotros”, resaltó.
Estas hazañas colocan al país en los primeros planos, cuando de labor social se trata, pues desafiando el mar, las aguas turbulentas y sacrificando su vida, Díaz ha tenido como norte el bien de la humanidad.
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